PEMEX: RIQUEZAS OCULTAS EN PARAISOS FISCALES


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Los dueños de al menos cuatro grandes proveedores de la petrolera mexicana figuran en los ‘Papeles de Pandora’ con estructuras opacas utilizadas para comprar yates, resguardar sus ahorros o invertir en bienes raíces.

Los Papeles de Pandora han dejado al descubierto las riquezas ocultas de los grandes contratistas de Petróleos Mexicanos (Pemex). La última filtración a la que ha tenido acceso el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) revela cómo los dueños de cuatro grandes proveedoras de la petrolera abrieron sociedades en paraísos fiscales y movieron millones de dólares en estructuras opacas, al mismo tiempo que recibían millones de pesos de las arcas públicas. El dueño de Oceanografía, Amado Yáñez Osuna, creó una empresa para comprarse un lujoso yate en 2012, tras alcanzar su auge empresarial en México. Al igual que el presidente de Grupo R, Ramiro Garza Vargas, que abrió dos empresas en 2001 para comprar dos yates de lujo. Fabián Narváez Tovar, director de Administradores Navieros del Golfo, desplegó una red de entidades entre 2010 y 2018 para adquirir bienes raíces y embarcaciones. O los fundadores del consorcio Blue Marine, que operaron durante el sexenio pasado una compleja estructura que abarcaba desde ahorros personales a inversiones en varios países.

Entre los principales contratistas de Pemex que aparecen en los documentos está Amado Yáñez Osuna, accionista de Oceanografía, una empresa que protagonizó uno de los casos de fraude más grandes en México. En los sexenios de Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012), Yáñez que asumió el control de la firma desde finales de los noventa, la compañía logró obtener un centenar de contratos por 38.493 millones de pesos, unos 1.940 millones de dólares al cambio de hoy, para una diversidad de servicios, como reparación y mantenimiento a plataformas marinas, de acuerdo con una recopilación hecha en las plataformas de transparencia.

La empresa mexicana, que fue fundada por el padre de Yáñez en 1968, aprovechó el auge petrolero en el sureste del país y se afianzó como una de las principales proveedoras de Pemex. Tras el descubrimiento de Cantarell, el yacimiento que fue durante mas de dos décadas el principal proveedor de crudo del país, la compañía se convirtió en pionera en el aprovechamiento del mercado petrolero abierto. Con oficinas centrales en Ciudad del Carmen, el epicentro petrolero en México localizado en Campeche, la firma llegó a contar con instalaciones en Tabasco y Veracruz y a tener en nómina a 11.000 empleados.

Antes de que  Oceanografía cayera en desgracia por acusaciones de fraude, su principal socio, Amado Yáñez, acudió al despacho Trident Trust para que sus agentes lo ayudarían crear una empresa en Islas Virgenes Británicas, uno de los mayores paraísos fiscales del mundo. El 23 de mayo de 2012 se registró la estructura Cavallino Di Mare LTD, en la que él quedó como único dueño y Leonardo Olavarrieta Tinaco, director adjunto de Oceanografía fue nombrado apoderado. Los fondos de la sociedad provenían de las acciones transferidas como pago de una deuda.

El 1 de junio de 2012 la empresa adquirió un “yate de placer” llamado Cavallino di Mare, construido en Italia y de una extensión de 19 metros de eslora por 5 metros de manga máxima. Esta maniobra le permitió resguardar la embarcación sin que su nombre apareciera como propietario del bien. Mientras tanto, en México, Oceanografía firmó ese mismo mes un contrato de 309,3 millones de pesos con Pemex para apoyar en la perforación de pozos y brindar mantenimiento a las plataformas apostadas en el golfo de México.

El declive de la naviera comenzó en el sexenio de Enrique Peña Nieto. En 2013 el órgano interno de control detectó que la empresa había entregado cartas de fianza por debajo del mínimo requerido en nueve contratos. El 11 de febrero de 2014, finalmente, la Secretaría de la Función Pública inhabilitó a la compañía por 21 meses y la multó con 24 millones de pesos. Unas dos semanas después, la policía tomó las instalaciones de la empresa en Campeche y la dejaron bajo resguardo de la autoridad. La entonces Procuraduría General de la República (PGR) informó que la intervención a Oceanografía se debía a un fraude cometido en perjuicio de Banamex.

El mismo día en que la empresa fue asegurada por las autoridades, Citi Group dio a conocer que su subsidiaria Banamex había otorgado un crédito a Oceanografía por alrededor de 585 millones de dólares respaldado por cuentas por cobrar Pemex. Sin embargo, tras una revisión descubrieron que muchas de las facturas que presentó la empresa eran falsas. En octubre del 2014 Yáñez Osuna fue arrestado y encarcelado. Un mes después, mientras estaba preso en un reclusorio de la Ciudad de México el yate fue puesto en venta; en Campeche, cientos de trabajadores seguían reclamando el pago de sus salarios y otras prestaciones.

La embarcación fue adquirida por los empresarios Rodrigo madero Covarrubias y Mario Ganon Lugardo, con domicilio en San Antonio, Texas; y Jaime García García, con dirección en San Pedro Garza, Nuevo León, según un archivo de Trident Trust fechado en octubre de 2015. En el mismo documento se especifica que Yáñez Osuna ha sido dado de baja como miembro y director de la compañía. La transacción se concretó meses antes de que Oceanografía fuera declarada en quiebra. En abril de 2017 Amado Yáñez fue liberado para llevar el proceso judicial en libertad tras pagar una fianza y 10 meses después un juez ordenó devolver la naviera a su dueño

En respuesta a un cuestionario enviado para esta investigación, el apoderado legal de Oceanografía, Jorge Betancourt Méndez, explicó que la empresa opaca se creó solo para adquirir el yate que tuvo un costo de 1,6 millones de euros y que es el único activo que posee. “La embarcación se construyó en la Comunidad Europea, por lo que el registro tanto de la propiedad como el abanderamiento se realizó en Islas Vírgenes Británicas debido a que las pruebas y navegación en aguas europeas son necesarias para la entrega del barco”, detalló. Además, destacó Betancourt Méndez, posteriormente la embarcación fue importada para que navegue en aguas nacionales. “En este caso se pagaron todas las obligaciones legales y financieras, de acuerdo a ley aduanera y marítima de México”, señaló. La empresa, aseguró, pagó sus impuestos y obligaciones correspondientes y nunca contó con cuentas bancarias

Los Papeles de Pandora también arrojan luz sobre seis empresas en paraísos fiscales vinculadas a Fabián Narváez Tovar, un empresario aliado de Amado Yáñez y director de dos compañías mexicanas que han sido señaladas por pagar la nómina a los empleados de Oceanografía. Tres de las seis sociedades offshoreestablecidas entre 2010 y 2018 para diversos fines como la compra de propiedades y la gestión de inversiones habían salido a la luz en 2016 en el marco de los Papeles de Panamá. Desde entonces, la figura de Narváez Tovar cobró notoriedad en México. Proceso, el medio mexicano que participó en la investigación global, dio a conocer entonces que entre 2011 y 2014 después de registrar Fasana Corp, con la que compró un departamento en Miami creó en Florida empresas espejo a la establecida en el paraíso fiscal y a la mexicana Grupo Impulsor del Sur SA de CV (Grimsur)

Grimsur, una firma constituida en 2007 en Ciudad del Carmen, era una de las empresas encargadas de pagar la nómina de más de 4.000 empleados de Oceanografía, según la publicación de Proceso. La firma de Narváez Tovar, al igual que otras empresas que eran subcontratadas por la naviera, simulaban los pagos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Fondo Nacional de Vivienda (Infonavit). Esta maniobra le permitió a la naviera esquivar sus obligaciones fiscales. En febrero de 2014 Grimsur fue declarada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como una compañía que simulaba sus operaciones y fue incluida en los listados de empresas fantasma. Tres meses después, justo cuando la situación para sus negocios comenzaba a complicarse en México, Narváez Tovar buscó la ayuda de un despacho para constituir dos firmas en Islas Vírgenes Británicas, en las que él figuró como único accionista y director.

Las compañías a las que denominó CR 702 Holding Assets Ltd y PB 1803 Asset Holding Ltd fueron creadas en mayo de 2014 con el propósito de adquirir propiedades residenciales y otras inversiones en Florida. “La empresa no tiene ningún activo y no se dedica a ningún negocio u operación”, quedó asentado en uno de los documentos que forma parte de la filtración. En febrero de 2018, cuando cambió de agente registrado, el empresario señaló que los fondos de sus dos entidades provenían de su sueldo como gerente de Administradores Navieros del Golfo.

Navaéz Tovar está ligado al menos a siete empresas en México. Aunque estas no obtuvieron contratos directamente de Pemex, algunas de sus firmas como Gimsur y Administradores Navieros del Golfo prestaron servicios de gestión de embarcaciones, administración de personal y operación de plataformas petroleras a empresas contratistas de Pemex como Oceanografía. Exempleados de las compañías vinculadas al empresario han emprendido desde hace al menos cinco años diversas demandas en tribunales, en las que señalan violaciones a sus derechos laborales. La Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem) en Campeche ha denunciado que Administradores Navieros fue creada para fungir como una “outsorcing” (subcontrata) que llevaba el control de las nóminas de Oceanografía; esto le ayudaba a esquivar las demandas de los empleados.

Otra de las empresas de Narváez Tovar que sale a la luz como parte de los Papeles de Pandora es Dreema Holdings Limited, creada el 31 de octubre de 2018 con el propósito de adquirir un buque de 7,4 millones de dólares que pertenecía a Toisa Limited, una naviera del magnate griego Gregory Callimanopulos. La embarcación fue vendida tras un juicio en una corte de Estados Unidos después de que la empresa cayera en bancarrota. El buque, que es similar al que aparece en la flota que muestra Administradores Navieros del Golfo en su web, está destinado a realizar operaciones marinas en la industria del petróleo y el gas. El origen del dinero con el que se adquirió el bien es un crédito con el CI Banco. Unos meses antes de crear Dreema Holdings, la mexicana Administradores Navieros del Golfo firmó un contrato con Pemex por 6,2 millones de dólares para el servicio de transporte de materiales, equipos y líquidos.

 

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