136 PAÍSES FIRMARON UN HISTÓRICO ACUERDO


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La mayor parte de los países del mundo firmaron este viernes un histórico acuerdo que hará que las grandes compañías paguen más impuestos.

Un total de 136 países  acordaron un impuesto mínimo global de 15%, así como un sistema más, justo de gravar los beneficios allí donde se ganen.

Esta medida surge de la preocupación de que las compañías multinacionales redireccionan sus beneficios a lugares donde los impuestos son menores, para así reducir la carga impositiva a pagar.

Algunos, sin embargo, dicen que el acuerdo no va lo suficientemente lejos.

La OCDE  (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) ha liberado desde hace una década las conversaciones para alcanzar este acuerdo.

Se estima que pueda generar un extra de US$150.000 millones de impuestos al año, lo que ayudará  a que las economías se recuperen tras la pandemia de corona virus.

No se va a eliminar la competición impositiva entre países, sino que sólo se limita.

El impuesto mínimo global a las multinacionales comenzara en 2023, hay países que resignaran algunos derechos impositivos para grandes compañías multinacionales desde sus países de origen a los mercados donde tiene actividades y ganan beneficios.

Y sin importar si las firmas tienen presencia física allí , algo que se espera tenga un impacto de grandes empresas digitales como Amazon y Facebook.

La OCDE dijo que afectara a US$125.000 millones de beneficios de cerca de un centenar de las multinacionales  del mundo mas grandes y con más beneficios.

Mas de 100 países apoyaron las propuestas iniciales de la OCDE cuando fueron anunciadas en julio, Irlanda, Hungría y Estonia, países con impuestos a las multinacionales inferiores al 15%, inicialmente se resistieron, pero terminaron por sumarse al acuerdo. Sin embargo Kenia, Nigeria, Pakistán, y Sri Lanka aun no se han sumado al acuerdo.

El pacto resuelve tambien la disputa entre Estados Unidos y países como Francia y Reino Unido, que habían amenazado con un impuesto digital para las grandes tecnológicas estadounidenses.

Por qué  cambiar las reglas

Los gobiernos han enfrentado durante mucho tiempo el desafío de gravar a las empresas multinacionales que operan en muchos países, ese desafío fue en aumento con el auge de las grandes corporaciones tecnológicas, como Amazon y Facebook.

Hasta ahora, las empresas pueden establecer sucursales en países con tasas impositivas corporativas relativamente bajas y declarar sus ganancias allí. Eso significa que solo pagan la tasa de impuestos local, incluso si las ganancias provienen principalmente de las ventas realizadas en otros lugares. Esto es legal y se hace comúnmente.

El acuerdo de este viernes tiene como objetivo evitar que esto suceda, principalmente de dos maneras: en primer lugar, la tasa impositiva mínima global limita la “carrera a la baja”, en la que los países pueden competir unos con otros con otras tasas impositivas bajas. En segundo lugar, las reglas tendrán como objetivo hacer que las empresas paguen impuestos en los países donde venden sus productos o servicios, en lugar de en dónde declaran sus ganancias.

Este acuerdo supone un gran cambio a la hora de gravar a las grandes compañías globales.

En el pasado, los países competían para ofrecer un acuerdo atractivo a las multinacionales. Eso tenía sentido cuando esas compañías llegaban al país, levantaban una factoría y creaban puestos de trabajo. Uno podía decir que daban algo a cambio.

Pero los gigantes de la nueva era digital simplemente movían beneficios de un lugar a otro, de las regiones donde hacían sus negocios a aquellos donde pagaban menos impuestos. Buenas noticias para los paraísos fiscales y malas para todos los demás.

El nuevo sistema minimiza las oportunidades de hacer esos cambios y asegura que las grandes compañías al menos pagarán parte de sus impuestos donde operan en lugar de donde eligen tener su sede.

Que lo hayan firmado 136 países es un logro en sí mismo. Pero inevitablemente habrá perdedores y ganadores.

Quienes promueven el impuesto mínimo señalan que es una manera de homogeneizar el sistema tributario internacional, evitando que las corporaciones cambien sus operaciones de un país a otro en busca de mayores ventajas.

En un momento de crisis económica asociada a la pandemia de covid-19, un sistema impositivo con menos beneficios para las multinacionales permitirá que los gobiernos aumenten su recaudación fiscal.

Cada vez más los ingresos tributarios provienen de fuentes intangibles como patentes de medicamentos, software y otros servicios digitales que han migrado a tributar a paraísos fiscales.

Es por eso que muchos gobiernos reclaman la creación de un marco impositivo que responda a los nuevos sistemas de producción, comercialización y pago de impuestos que desde hace décadas dejaron de estar constreñidos a las regulaciones nacionales.

 

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