RECUPERACIÓN DE EMPLEO FORMAL


   por    comentarios

 

 

Aunque en el mes pasado Jalisco logró superar los niveles de empleo formal que se tenían previo al inicio de la pandemia por le nuevo coronavirus, aún falta que la Entidad recupere el ritmo del crecimiento anual que e tenía previo a la contingencia en esta materia, pues se mantiene el rezago.

Durante septiembre, en el Estado se  generaron nueve mill 756 puestos de trabajo, con estos Jalisco tiene un millón 847 mil 731 trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por arriba del millón 837 mil 966 que se tenían en febrero del año pasado, antes de que se implementaran las medidas por el confinamiento.

En el 2019, en la Entidad se generaron 51 mil 699 empleos, una cifra superior al año previo, pero muy alejada de 2017, cuando cerró con récord.

Entre los empleos perdidos y los que se generaron durante el año pasado, se finalizó con una cifra negativa de 32 mil 332 puestos de trabajo. El déficit es mayor, pues se perdió el crecimiento promedio de los últimos dos años

Lo mismo sucede en el año en curso. En agosto se nivelaron las estadísticas prepandemia, con una diferencia positiva de apenas nueve plazas. A partir de ese mes se puede comenzar a contabilizar un crecimiento en materia de empleo.

En julio pasado, en conferencia de prensa, Moisés Alejandro Alarcón Ozuna, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), recordó que la pandemia provocó el cierre de empresas, la disminución de las ventas y más endeudamientos.

“Estas personas que posiblemente sean jefes de familia o eran personas que daban sustento a la familia, se quedan con un endeudamientos. Tenemos además la reducción del 10% entre las empresas de más de 251 empleados. Desaparecieron. Eso genera un rompimiento del tejido empresarial”, destacó la casa de estudios en un comunicado.

A principios del  año, el Gobierno estatal anunció que, como parte del Plan COVID-19, se recomendó a los distintos sectores económicos de la Entidad mantener el trabajo a distancia o remoto para personal administrativo y de servicios.

Sigue en crisis, pese a préstamo

Damarys Valdenegro tiene un negocio de venta de productos para bebés en la colonia Talpita  en Guadalajara. Aunque durante la pandemia recibió un crédito del Fondo Jalisco de Fomento Empresarial (Fojal) para mantener su negocio, opina que en breve podría cerrarlo.

La joven declara que solicitó un préstamo por 120 mil pesos para capital de trabajo y la compra de mobiliario que le hacía falta.

Pero las ventas se han mantenido bajas desde hace como seis meses. “La verdad, sí nos está pegando la pandemia. Se está viendo afectado el negocio”.

Esto provocó que hace seis meses despidiera a una de sus empleadas, aunque el crédito  estaba destinado en gran medida para el pago de la nómina.“La quería mantener, pero desafortunadamente no pude”.

Expresa que desafortunadamente no cree mantener el negocio. “Hice un proyecto de inversión y no obtuve las ganancias que yo esperaba. Y no conseguí un buen proveedor”.

Puntualiza que facturaba hasta 70 mil pesos al mes, pero después del primer bimestre del año los ingresos son por 26 mil pesos, incluso más bajos.

Valdenegro comenta que debe pagar el sueldo, la cuota del IMSS, el préstamo, la renta del local, las tarjetas de crédito y un vehículo que utiliza para su negocio. “Me están consumiendo los intereses, muy probablemente no lo pueda mantener”.

Aclara que ha logrado salir adelante porque tiene otro trabajo. “El negocio lo tengo activo porque son entradas extra. De ese dinero no he tocado nada en estos dos años. No he visto frutos de la inversión que hice. Apliqué un conteo en mi inventario y es más grande mi deuda que mi ingreso”.

Por ello, estima que podría cerrar en tres meses, ya que para conseguir un proveedor con mejores precios requiere de una inversión de 400 mil pesos.

Programa a la baja

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) presentó un análisis del efecto del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, en el que se destaca que, en promedio, los egresados tienen el doble de probabilidad de encontrar trabajo, comparado con aquellos que no están inscritos.

Cinco de cada 10 jóvenes que pasan por el programa encontraron trabajo durante la pandemia. Durante los meses en que se levantó la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020, salieron del programa 139 mil 353 jóvenes, de los cuáles 64 mil 428 encontraron trabajo; es decir, encontraron empleo el 46.2 por ciento.

En tanto, en el mismo periodo, se contabilizaron 14 millones 823 mil 203 jóvenes sin empleo en algún momento y que no participaron en el programa, de los cuales tres millones 493 mil 274 encontraron un puesto de trabajo.

El programa también sirvió como una red mínima para proteger a las familias de los jóvenes más vulnerables durante la pandemia en 2020, ya que aseguró ingresos para los jóvenes, brindó acceso a los servicios de salud y redujo la probabilidad de que un hogar con algún beneficiario del programa se quedara sin comer, se puntualiza.

Los beneficiarios tuvieron ingresos por ocho mil 222 pesos trimestrales ( dos mil 741 mensuales) adicionales respecto a jóvenes que no estudian ni trabajan.

En el análisis se subraya también que el programa tuvo un impacto significativo en el acceso a la salud, pues los jóvenes registrados en el mismo tuvieron 20% de mayor probabilidad de acceso a la salud que si no hubieran sido beneficiarios del programa.

Cuando se compara la situación de los jóvenes beneficiarios contra los jóvenes que se encontraban trabajando durante la pandemia, el nivel de bienestar e ingreso del hogar es mejor, por lo que el programa además logró sostener familias de jóvenes en condiciones similares a las que no perdieron su trabajo. En promedio, los hogares con Jóvenes Construyendo el Futuro tuvieron un nivel de vida muy cercano al que tuvieron hogares donde tenían jóvenes empleados.

Prevén recuperación total en 2022

Expectativa. Para el próximo año se espera un restablecimiento casi total de la actividad económica, derivado del avance y la conclusión de la campaña de vacunación de la población contra el nuevo coronavirus, la reanudación de las actividades escolares y la gradual reasignación de recursos hacia sectores que están experimentando un crecimiento, entre otros factores, según se destaca en los “Pre-criterios 2022” del Gobierno federal.

Proyecto. Lo anterior se complementará con la política de fortalecimiento de los salarios, los esfuerzos en materia de inclusión y profundización financiera, el impulso a la inversión pública y privada por parte de la Secretaría de Hacienda y el fomento al comercio exterior y a la Inversión Extranjera Directa (IED), que está brindando el T-MEC.

Mejoría. Esto permite actualizar la cifra de crecimiento para el próximo año usada en las proyecciones de las finanzas públicas, de 2.6% a 3.6%, con un rango de 2.6% a 4.6 por ciento.

Deudas. El Gobierno proyecta que el próximo año se reafirme la política de responsabilidad fiscal, la cual tiene como objetivo reducir la deuda como porcentaje del Producto Interno Bruto y liberar recursos que actualmente se usan para su servicio, con el fin de dirigirlos para disminuir las desigualdades regionales y poblacionales, además de impulsar el desarrollo, la actividad económica y el bienestar

Recaudación. En su conjunto, se destaca en el documento, se calcula que los ingresos presupuestarios se incrementarán 5.6% real respecto al monto aprobado en este año y superarán los seis billones de pesos. Este robustecimiento permitirá cumplir las metas fiscales y, al mismo tiempo, dedicar más recursos para los programas y proyectos estratégicos: aquellos que están impulsando el desarrollo de las regiones con más rezagos, particularmente el Sur-Sureste. Los que están fortaleciendo los ingresos y las oportunidades de desarrollo de las familias y los grupos de la población en mayor situación de vulnerabilidad.

Reactivación. Se resalta que una vez que se relajaron las medidas de contención y aumentó la adaptación de la población y de las empresas al operar con medidas sanitarias, a pesar de la presencia del nuevo coronavirus, la recuperación del empleo comenzó a materializarse. En México, la recuperación económica ha evolucionado conforme a las proyecciones presentadas en septiembre de 2020, con una mejoría más pronunciada en los sectores que menos dependen del contacto social o que se han adaptado más rápidamente al contexto

Suman 58.2 millones de personas activas

De acuerdo con los últimos resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) para agosto de este año, 58.2 millones de personas de 15 y más años de edad son Población Económicamente Activa (PEA) en el país,  lo que representa una tasa de participación de 59.4 por ciento.

De la PEA,  55.7 millones de personas estuvieron ocupadas en el octavo mes de 2021, cifra que aumentó en 5.5 millones de personas en su comparación anual. A su interior, el subuniverso de personas subocupadas (que declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas), representó 7.2 millones y significó un decremento de 1.2 millones de personas frente al mes de agosto del año pasado.

Durante el mes pasado, la población desocupada se estableció en 2.5 millones de personas e implicó una tasa de 4.3% de la PEA, reportó el Inegi.  Respecto a agosto del año pasado, la población desocupada disminuyó en 268 mil personas

Pega crisis a  los jóvenes

De forma general, Jalisco logró superar en el segundo trimestre de este año el nivel de ocupación laboral que se tenía previo al inicio de la pandemia por el nuevo coronavirus, pero la recuperación es lenta en algunos grupos de la población, siendo los jóvenes de entre 20 y 29 años de edad los más afectados.

Lo anterior, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en la que se puede observar que durante el primer trimestre del año pasado, se registraron 936 mil 418 jóvenes de esas edades con algún tipo de empleo, ya sea formal e informal. Pero el rezago actual es de 50 mil 045 plazas frente a esa cifra, pues al cierre de junio pasado sólo 886 mil 373 se encontraban laborando.

Es la recuperación más débil desde que inició la pandemia. Los únicos grupos de edad que han mostrado un aumento en materia de ocupación son los dos sectores que van de los 40 a 49 y 50 a los 59 años. El resto aún presenta déficit.

Durante su primer informe de Gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que ningún joven del país se quedaría fuera del mercado laboral. La meta se pretendía alcanzar en este año con la ayuda del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, pero no se logró.

Antes eran discriminados y tratados como ‘ninis’ porque ni estudian, ni trabajan… así los siguen describiendo algunos hasta hace poco, de manera despectiva. El próximo año ningún joven se quedará fuera del trabajo o del estudio, subrayó en septiembre de 2019.

El mes pasado, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) presentó un análisis del efecto de este programa durante la pandemia, en el que se destaca que los egresados del programa tienen el doble de probabilidad de encontrar trabajo, comparado con aquellos que no están en el programa (46.2% contra 23.6%). Es decir, cinco de cada 10 jóvenes que pasan por el programa encontraron trabajo durante la pandemia.

En el documento nacional  se subraya que, aunque se aplicó la medición durante la pandemia, los objetivos del programa tuvieron un impacto positivo en la posibilidad de obtener un empleo.

Ante la crisis sanitaria, sus ingresos bajaron a la mitad

La economía informal es un fenómeno social, político y económico, que forma parte del panorama mundial, estando más presente dentro de los países clasificados como en vías de desarrollo. México no es la excepción, se destaca en la Evaluación Nacional de Riesgos 2020, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

En el documento se puntualiza que,  para 2017, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 57.1% de la población en México tuvo como sustento alguna actividad relacionada con esta práctica, equivalentes al 22.7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. “Para el 2018, las cifras se movieron al 56.7% de la población y 22.5% del Producto Interno Bruto”.

Se menciona que, aunque los porcentajes cambiaron  favorablemente, las cifras siguen siendo altas, lo que representa un freno a su crecimiento económico e imposibilita el cálculo exacto del dinero que circula en la economía

Se resalta que entre 2010 y 2018 se registró una mínima disminución en el porcentaje de la población participante en la economía informal y la contribución al PIB por ésta. Sin embargo, aún con dichas disminuciones, éstas siguen concentrando más del 50% y más del 22%, respectivamente. El problema es que la crisis sanitaria aumentó las cifras.

Uno de los elementos principales para la prevención del lavado de dinero, es el correcto control de las transacciones financieras y de operaciones. Sin embargo, amparado bajo el comercio informal, grandes cantidades de dinero ilícito ingresan al sistema financiero dados los considerables volúmenes de efectivo que se operan dentro de esta modalidad y la nula regulación fiscal.

En el análisis, se precisa que el origen de la economía informal se puede atribuir a diversos factores, tanto económicos, políticos y sociales, como lo  son la falta de educación, crisis económica, inestabilidad social, pobreza, sobrepoblación, desempleo, condiciones laborales precarias, dificultad para emprender y formalizarse, corrupción, discriminación y migración.

Por ello, se han implementado una serie de programas que buscan combatir las causas de dicho fenómeno. Sin embargo, pese a la implementación de los programas de incentivación al ingreso a la economía formal, tales como la apertura del Régimen de Incorporación Fiscal y la exención de impuestos a empresas de reciente creación o personas físicas, se observa que el porcentaje informal del PIB, al menos hasta el primer trimestre de 2019, sigue siendo constante y representa un valor excesivo.

La economía informal es considerada una vulnerabilidad estructural que deriva en un riesgo de lavado de dinero en México. “La economía informal actúa como una barrera protectora alrededor del delito del lavado de dinero, ya que el enorme volumen de la economía informal en México es lo suficientemente grande como para poder ocultar en ella los recursos de origen ilícito. Se señala que la economía informal puede ser explotada o puede facilitar el ocultamiento de los recursos ilícitos.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

*